Gloomy sunday
La primera vez que escuché Gloomy Sunday en la versión de Billie Holiday no sabía que se trataba de una canción prohibida. En una ignorancia idéntica a la mía en cuanto a sus efectos perversos, el húngaro Rezsö Seress la compuso bajo el nombre original de Szomorú Vasárnap en 1933. Pretendía ser un homenaje a una antigua novia suya que se había suicidado. En su traducción al inglés la letra dice:
Gloomy Sunday with a hundred white flowers
I was waiting for you my dearest with a prayer
A Sunday morning, chasing after my dreams
The carriage of my sorrow returned to me without you
It is since then that my Sundays have been forever sad
Tears my only drink, the sorrow my bread...
Gloomy Sunday
This last Sunday, my darling please come to me
There'll be a priest, a coffin, a catafalque and a winding-sheet
There'll be flowers for you, flowers and a coffin
Under the blossoming trees it will be my last journey
My eyes will be open, so that I could see you for a last time
Don't be afraid of my eyes, I'm blessing you even in my death...
The last Sunday.
El lado oscuro de la canción radica en que aparentemente en la década de los treinta del pasado siglo este Domingo sombrío animó a una enorme cantidad de personas a quitarse la vida. También el propio compositor sucumbió al influjo de la canción en 1968 cuando se reunió con su musa arrojándose desde lo alto de un edificio en Budapest. Al pobre hombre le pudo la responsabilidad de haber alentado una oleada de suicidios con su música.
Viendo las cosas desde la distancia del tiempo transcurrido, es más probable que la Gran Depresión diese el empujoncito fatal a que lo hiciera Gloomy sunday (siempre es más fácil cubrir la realidad con un velo). En cualquier caso, la leyenda negra de la canción se tomó entonces muy en serio y fue prohibida en Europa en 1936. Incluso la versión de 1941 grabada por Billie Holiday fue vetada por las emisoras norteamericanas.
Para quien tema por su seguridad, no sé cuántas veces habré disfrutado de la elegante melancolía de Gloomy sunday sin sentir el menor impulso suicida. Al contrario, la voz de Billie Holiday es un bálsamo que ahuyenta la pena y alivia todos los males.
Viendo las cosas desde la distancia del tiempo transcurrido, es más probable que la Gran Depresión diese el empujoncito fatal a que lo hiciera Gloomy sunday (siempre es más fácil cubrir la realidad con un velo). En cualquier caso, la leyenda negra de la canción se tomó entonces muy en serio y fue prohibida en Europa en 1936. Incluso la versión de 1941 grabada por Billie Holiday fue vetada por las emisoras norteamericanas.
Para quien tema por su seguridad, no sé cuántas veces habré disfrutado de la elegante melancolía de Gloomy sunday sin sentir el menor impulso suicida. Al contrario, la voz de Billie Holiday es un bálsamo que ahuyenta la pena y alivia todos los males.